El Alcalde de La Rinconada continua con sus políticas “escaparate” al anunciar la próxima instalación de grandes superficies comerciales como MERCADONA y LIDL o la multinacional estadounidense de comida basura BURGER KING. Estas actuaciones aumentarán, aún más, la incertidumbre y la asfixia económica del pequeño comercio local y de sus trabajadoras y trabajadores pero, sin duda, proporcionarán material al PSOE rinconero para “estupendos” reportajes fotográficos, con fines propagandísticos, y, también, suculentos beneficios a los accionistas de estas grandes empresas.

Los pequeños comercios de barrio han vuelto a demostrar, durante la pandemia de la COVID, su capacidad de resistencia ante una nueva crisis del sistema capitalista, y hay que apoyarlo y fomentarlo, pero el desembarco de grandes superficies comerciales y multinacionales, facilitado por el Alcalde y su equipo de gobierno, agrava su situación y aumenta el riesgo de desaparición y la de los puestos de trabajo de este sector, al no poder competir en igualdad de condiciones.

IZQUIERDA UNIDA DE LA RINCONADA CON EL PEQUEÑO COMERCIO Y SUS TRABAJADORAS Y TRABAJADORES.

¿Porque pedimos el apoyo y solidaridad con las tiendas de barrio y defender el comercio local?

Porque es un sector que debe protagonizar la recuperación de la ciudad viva, amable, comercialmente justa, socialmente equitativa, culturalmente diversa y generadora de empleo estable.

Porque debe contribuir a la recuperación local. El dinero gastado en estas tiendas circula en la localidad tres veces más por el barrio que lo gastado en grandes superficies, debido a que sus propietarios y empleados viven en la zona y el dinero gastado en sus tiendas ayuda a fortalecer la economía local.

Porque reduce el impacto en el medio ambiente y consumen menos energía, ya que no son necesarios esos gigantes congeladores abiertos o aires acondicionados, ni luces encendidas día y noche. Una tienda de barrio consume hasta tres veces menos que una gran superficie.

Porque cuentan con más productos locales; cultivados o producidos en zonas cercanas.

Porque son nuestros vecinos. Porque detrás del mostrador hay alguien que te ayuda a escoger mejor y hacer compras más eficientes y no comprar productos que después terminan en la basura desperdiciados, cuida cada producto que ofrece porque nos conoce, confiamos en el y quiere volver a verte.

Porque dan identidad al barrio, animan la vida cotidiana y la socialización. Porque son centros de información y encuentro vecinal, de trato familiar, que se agradece.

Consumir en el pequeño comercio supone una elección, quizás, más profunda de lo que pensamos. Es una herramienta más de cambio social, de influir en la marcha de la economía y el mundo y promover la necesaria construcción de un sistema más social, más común y sostenible con los recursos y el planeta.